Para poder transportar el agua potable desde los sistemas de abastecimiento hasta las tomas domiciliarias, se necesita usar procedimientos de bombeo que son propulsados mediante presión neumática generada por aire, ocupando así espacios en el interior de las tuberías conocidos como bolsas de aire.
Las bolsas de aire que se encuentran en la tubería ocupan grandes espacios y pueden se expulsados con una válvula de alivio.
Las burbujas de aire se forman cuando las bolsas de aire se rompen con los saltos hidraulicos y viajan por el caudal de la tubería, sin poder ser expulsadas por la válvula de alivio.
Los medidores de agua, ya sean análogos, digitales o ultrasónicos, son volumétricos, es decir marcan el paso del agua y aire como volumen.
Cuando las burbujas de aire pasan por el medidor, son contabilizadas como flujo de agua, razón por la cual se pagan altas cantidades de dinero en los recibos de agua potable.